Me desperté con una extraña premonición. El café aún estaba caliente en la taza, en la radio sonaban las noticias de ayer y el gato me miraba como si me estuviera juzgando por segunda vez ese día. Entro en la depuradora: vacía. Cero gente, cero averías, ni siquiera Halina se quejaba.

- Franek, algo extrañamente tranquilo hoy. ¿Qué día es hoy? - Miércoles, Zdzichu. Hoy estás de servicio.

Miro el horario en la pizarra. Mi nombre es ... pero en un día diferente. Hay un "--" el miércoles. Sólo una línea. Como si alguien se hubiera olvidado o... me hubiera sacado de la realidad.

📅 El día que no sucedió

- Halina, ¿estuviste allí ayer? - Te lo pregunto. - Por supuesto. Estabas en plena forma. Te reías de la avería en las sitopias.

- No lo estaba. Quiero decir... no lo recuerdo. - Zdzichu, ¿bebiste algo fermentado? - No. Sólo café. Y un sueño, creo.

También quedó constancia de mi presencia en el SCADA: 7:01 inicio de sesión, 8:55 reinicio del sensor de nivel, 11:30 café con Halina. Pero la taza estaba vacía y no tenía ni idea de adónde había ido a parar ayer.

🔍 Pruebas circunstanciales del infierno del cambio

Empecé a buscar pruebas:

• Consumo de café - de acuerdo.
• Una nota en un cuaderno - mi letra, pero el lema: "No alimentar el reactor después de las 14h".
• Sobre la mesa - un recibo de un bar de leche. Fecha: Miércoles. Firma: "Zdzichu".

El gato parpadeó dos veces. Era su forma de decir: "Deberías saberlo, pero aún así no lo entenderás".

🌀 ¿Qué tal... un cambio cuántico?

El gerente entró, me miró y dijo: - Ayer hiciste el informe de dosificación de PIX. Incluso uno bastante sensato. - Yo: - Zdzichu, ¿quizás necesitas unas vacaciones? - O... una actualización.

Porque la verdad es que no recordaba nada. El día estaba en el sistema. En la gente. Pero no en mí.

📌 La moraleja de la historia

¿La moraleja? A veces el horario de trabajo tiene más huecos que la parrilla de desbordamiento. Pero si todo el mundo dice que estuviste, entonces estuviste. Aunque no estuvieras. Es que las alcantarillas saben más.